Ortodoncia

La ortodoncia de adultos no era frecuente cuando comenzamos a ejercer nuestra especialidad, aunque en nuestra consulta, desde el comienzo, hemos tenido un alto porcentaje de adultos. Principalmente porque para la realización de arreglos bucales integrales,  se necesita  la participación de distintas especialidades odontológicas, las cuales nosotros hacemos sin necesidad de ir derivando a los pacientes de un especialista u otro. En aquel momento éramos uno de los pocos sitios en Burgos donde se podía solucionar.

Principalmente a 4 razones:

• La duración de los tiempos de tratamiento se han acortado sensiblemente con los nuevos materiales que disponemos.

• Los tratamientos son menos molestos que en el pasado.

• Las exigencias sociales de estética y salud se han incrementado.

• Nuestras aparatologías son mucho más estéticas y el costo y forma de pago es mucho más asequible.

• Es evidente que la estética es un objetivo incuestionable en nuestros tratamientos, pero el tener una oclusión o articulación correcta de nuestras arcadas es muy importante para la prevención de aparición de caries en sitios donde los apiñamientos dentarios no permiten un fácil acceso a la higiene. Lo mismo se puede decir con respecto a la enfermedad periodontal. E incluso con la cada vez más frecuente patología a nivel de la articulación temporomaquidibular que es la que articula los movimientos mandibulares. Y que por ejemplo en los casos de mordida profunda obligan a tratar los dientes para evitar la patología de la articulación.

• El especialista es el que debe escoger el mejor momento para  tratar una maloclusión, los padres han de decidir si se hace o no, porque habitualmente no tienen los conocimientos suficientes para decidir el mejor momento para tratarlo. Por eso debe acudir regularmente a revisiones de la boca a su dentista con sus hijos.

La ortodoncia atiende en general problemas de dos tipos:

• La malposición de los dientes dentro de su arcada dentaría, que puede ser tratado en cualquier momento de la vida, ya sea niño o adulto.

• El correcto desarrollo y posición de las dos arcadas una respecto de la otra, con independencia de que los dientes se encuentren alineados o no dentro de ellas. Este es un problema óseo y aquí sí que hay momentos específicos e ideales para tratar los problemas, en función de cual sea. Tal es así que en algunos casos comenzamos a tratar con 4 o 5 años de edad.

Normalmente los problemas que vemos de ortodoncia tienen de los dos componentes. Por lo que en función de cual predomine indicaremos el tratamiento antes o más tarde.

• Para nada. El primer mes de llevar brackets puede ser incómodo y generar alguna molestia pero se resuelve con cualquier analgésico. En la consulta decimos a nuestros pacientes que no van a ser mártires.

• Hay algunos pacientes jóvenes que vienen con recelo porque amigos suyos les han dicho que los brackets duelen, pero es un leyenda urbana como otras tantas que acompañan a nuestra profesión y que se va perdiendo, por lo menos entre nuestros pacientes, cuando ven que no existe ningún, repito, ningún dolor al colocar la ortodoncia.

Sí, existen dos principales:

• Por una parte, que el uso de brackets provoca caries, lo cual es completamente falso. Los brackets van pegados con resinas sobre los dientes, por lo que no se afecta para nada la estructura del diente. Y al despegarlo se retira esa resina con pulidores, que siguen sin dañar el esmalte del diente. Sí es cierto que con brackets es más difícil la higiene y requiere más tiempo al existir más recovecos entre los dientes, pero por otra parte, los controles periódicos que precisan los tratamientos hacen que el ortodoncista pueda incidir más sobre la higiene al paciente. Esta mucho más controlado.

• Los brackets estéticos son peores, se rompen o los tratamientos son más lentos que con los metálicos. Nada más lejos de la realidad. Nosotros incorporamos los brackets cerámicos en nuestros tratamientos, cuando aparecieron en el mercado, hace 27 años, para dar solución a pacientes que no deseaban tratarse con los de metal que son más visibles y antiestéticos. Sobre todo en pacientes adultos, aunque también infantiles. En sus orígenes estos brackets tenían alguna de esas pegas, pero enseguida fueron mejorando y en muy poco tiempo estuvieron al nivel de eficacia de los brackets convencionales. Un ejemplo muy demostrativo es que a mis hijos y a los hijos de amigos los he tratado a todos sin excepción con este tipo de brackets.

El protocolo que nosotros seguimos en nuestra consulta es el siguiente:

• En primer lugar hacemos una primera exploración gratuita, valoramos el estado general de la boca y vemos si es el momento adecuado, pues la ortodoncia se debe hacer en bocas sanas sin caries o enfermedad periodontal activa.

• Hacemos una aproximación diagnóstica y una valoración inicial del tipo de aparatología a llevar, tiempo de tratamiento aproximado y presupuesto. Una vez informado, el paso siguiente es ya un estudio más técnico en que realizamos fotos dentales y faciales, moldes de la boca y radiografías para afinar más en nuestro diagnóstico. Valoramos posibles pegas que puedan surgir como muelas del juicio, ausencia genética de piezas, piezas incluidas…

• Elaboramos un plan de tratamiento detallado explicando al paciente todo el proceso. Todo lo que contamos antes de comenzar son explicaciones y a partir de ahí comenzamos el tratamiento.

Cuando era niño el precio era prohibitivo para familias de clase media. Los precios ahora se han popularizado. Y por ejemplo en nuestra consulta se realiza de una forma cómoda durante el periodo de tratamiento. Y estamos hablando de entre 1 año y 2 años y medio. Además tenemos sistema de financiación para otros casos. Teniendo en cuenta que es un tratamiento que como norma se realiza una sola vez en la vida, no son caros.